La entrada cuesta 10 ylt y está muy cerca de Santa Sofía (hay un letrero por allí que te guía) El horario es de 09 a 16:30 y cierra los martes. Suponemos que en invierno allí abaja hace más frió de lo habitual ya que nosotros estuvimos a mediados de septiembre y hacía fresquito. Así que lleva una chaqueta y calzado que no resbale porque hay muchas goteras que dejan el suelo mojado.
Otra cosa que te recomendamos es que aprendas a usar tu cámara de fotos sin flash ya que la iluminación tenue del recinto se estropeará si es que le metes el flash potente. Simplemente apoya la cámara en un lugar fijo, quita el flash, ponlo en disparador automático y la máquina hace el resto.
También ten cuidado con los niños ya que cuando estuvimos allí un peque se cayó al agua y su papá tuvo que bajar a sacarlo. Además del ambiente y lo histórico del lugar aquí están las cabezas de medusa que es lo más fotografiado. Ah! lo que nos gustó es que dentro del recinto hay un restaurante iluminado con velas que va de acorde con la decoración mágica de la cisterna.
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